Virus Rugoso del Tomate: Un Enemigo de Mucho Cuidado. Parte 2

En la primera parte de este artículo hablamos un poco de su origen, llegada a México y los síntomas presentados por la planta, por lo cual te recomendamos leerlo antes de comenzar con la segunda parte y así conocer cada uno de los aspectos del Virus Rugoso del tomate
(ToBRFV, por sus siglas en inglés), para tener un panorama completo de la relevancia de esta enfermedad.

Transmisión.

El Rugoso del Tomate es un virus transmitido de forma mecánica por la sabia, por consiguiente, la enfermedad pasa de planta a planta a través del roce entre ellas, por medio de las herramientas, durante las prácticas de manejo realizadas por los trabajadores y por las máquinas que ingresan a las diferentes áreas de producción.

Otra de las maneras en que es transmitido es mediante las semillas, medio de propagación aún con más peligro, al complicar en mayor medida el control sobre su movilidad, llegando el virus a zonas distantes. A lo anterior se suma, el contagio dentro de los invernaderos por medio de los abejorros utilizados para la polinización.

Es una enfermedad con una supervivencia de semanas, meses y hasta años, el cual puede quedar sobre la estructura y plásticos del invernadero, mesas de trabajo, semilleros, sustratos, así como los restos de las plantas después de la limpieza. Otro elemento más que ayuda a la dispersión es la contaminación del agua de riego, el cual es minimizado, pero es un aspecto a tomar en cuenta.

Prevención.

Para prevenir la llegada de este tipo de Tobamovirus, se recomienda seguir las siguientes recomendaciones:

1) Retirar del campo de cultivo todos los residuos del ciclo anterior, cualquier parte de la planta, siendo necesario retirar hasta las raíces y los restos de las malezas.

2) Establecer un programa para la desinfección del agua utilizada en el riego.

3) Adquirir semilla libre del patógeno.

4) Las plántulas a trasplantar en el invernadero deben ser monitoreadas constantemente para poder garantizar su sanidad y evitar la llegada al predio.

5) Para la desinfección de las herramientas utilizar soluciones de hipoclorito de sodio del 1 al 3%, hipoclorito de calcio del 1 al 5% y de fosfato trisódico al 10%, las cuales también pueden ser colocadas en tapetes sanitarios a la entrada de los invernaderos.

6) Establecer un área para el lavado y desinfección de manos, así como de las herramientas, haciendo obligatorio esta actividad, con especial atención si se trabajó o ingresó a otro invernadero.

Control.

Hasta el momento las medidas de control del Rugoso se basan en lo cultural, las cuales son prácticas comunes y cuyo objetivo es disminuir los daños, en este caso se aplican las siguientes:

1) Cuando la enfermedad sea detecta, se debe considerar un plan de rotación de cultivos.

2) Preparar al personal, para que sea capaz de identificar la enfermedad.

3) Después de la identificación, la planta infectada debe de ser eliminada en su totalidad, además de las que se encuentren alrededor. Para retirar la planta se aconseja utilizar una bolsa de plástico e inmediatamente llevarla a donde serán incineradas.

Desarrollo de variedades resistentes.

Después de 6 años de haber sido detectado en Israel, comenzaron a surgir las primeras variedades resistentes, en su mayoría con una “Resistencia Intermedia”, esto quiere decir que pueden presentarse poco o nulos síntomas en hojas y frutos. Esto a simple vista pareciera un avance lento, pero para un producto que puede ver reducido su rendimiento hasta en un 70%, significa una contribución enorme.

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