Las coles de bruselas también conocidas por su nombre científico como Brassica oleracea, son pequeños repollitos que al igual que la coliflor, el colinabo y el rábano pertenecen a la familia de las crucíferas; éstas se caracterizan por ser plantas de crecimiento lento, las cuales necesitan de temperaturas bajas y de pocos cuidados para poder desarrollarse, gracias a esto se pueden encontrar en diferentes regiones.
Alrededor del mundo existen distintas variedades de coles de bruselas que a diferencia de otras especies de la misma familia pueden alcanzar un tamaño máximo de cinco centímetros de diámetro y una coloración que va desde el verde intenso hasta el morado brillante. Éstas están compuestas por un tallo corto y engrosado que sostiene numerosas hojas dispuestas una sobre otra, las cuales le dan una forma ligeramente ovalada. Cabe mencionar que las coles de bruselas presentan un sabor intenso y un toque dulce al gusto dependiendo de la variedad.
Al igual que otras hortalizas éstas también se pueden cultivar por hidroponía, ya que esta técnica ayuda a cubrir todos los requerimientos de las plantas de manera adecuada, además permite incluir materiales que se encuentran en el hogar, lo cual reduce los costos de producción de manera considerable. Para llevar a cabo su cultivo sólo se necesitan: semillas de col (la variedad va a depender de la región y de las necesidades de cada productor), contenedores de 30 centímetros de profundidad, sustrato franco o franco arenoso como perlita o vermicultia. Solución nutritiva para hortalizas, agua y un abatelenguas.
El primero paso es ubicar un sitio en el hogar que cuente con protección, una toma de agua cercana y que reciba por lo menos nueve horas de luz solar al día. Una vez establecido el lugar hay que reunir todos los materiales, a continuación hay que preparar el sustrato para esto sólo se debe colocar en un recipiente y humedecerlo con un poco de agua, es importante no agregar demasiado líquido para evitar que las semillas se pudran. Ya que esté listo se debe repartir entre el número de contenedores disponibles sin compactarlo demasiado.
A continuación con ayuda del abatelenguas se debe realizar una perforación por contenedor a una profundidad de 1.5 centímetros, para después colocar de una a dos semillas por cavidad. Ya que los contenedores estén preparados se deben llevar a un sitio que no reciba luz directa para contribuir con la germinación de las semillas. Luego de los primeros siete días comenzarán a brotar las primeras plántulas, en ese momento hay que llevarlas a un sitio que reciba un poco más de luz para beneficiar su crecimiento. Durante esta etapa es importante mantener el sustrato húmedo sólo con agua.
Cuando las plántulas midan cerca de 15 centímetros o tengan su primer par de hojas verdaderas es momento de ubicarlas en el sitio previamente elegido para que puedan desarrollarse de manera adecuada, para su cuidado se recomienda hacer los riegos una vez al día agregando un poco de solución nutritiva. Finalmente la cosecha se puede llevar a cabo a los 100 días después de haber realizado la siembra, para esto se recomienda retirar las coles que tengan una coloración intensa, que estén firmes y bien formadas.
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