Una de las bases fundamentales para garantizar salud pública, es la disponibilidad y distribución equitativa de alimentos que proporcionen una correcta nutrición, además de que estén libres de riesgos y no pongan en peligro la salud del consumidor a causa de infecciones o intoxicaciones.Para garantizar la inocuidad en los alimentos, se deben cumplir condiciones específicas durante todo su proceso productivo; desde la adquisición de materias primas, la elaboración, el almacenamiento y hasta el momento de distribución; para así asegurar que dichos alimentos no representen riesgos a la salud.
Los alimentos pueden estar expuestos a tres tipos de factores dañinos: químicos como pesticidas o detergentes, físicos como insectos o residuos de metales y biológicos como virus o bacterias. Para lograr productos libres de contaminantes, es decir, inocuos, se deben establecer mecanismos de responsabilidad compartida entre autoridades, industria y sociedad, así, mientras que el gobierno propicia las condiciones óptimas mediante infraestructura y un adecuado marco jurídico, los fabricantes adecuan sus procesos para cumplir con las normativas que garanticen salud a los consumidores.
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), es la instancia dedicada a regular, administrar y fomentar las actividades de sanidad, inocuidad y calidad agroalimentaria en México, reduciendo riesgos inherentes en materia agrícola, pecuaria, acuícola y pesquera, en beneficio de productores, consumidores y de la industria, para lo cual dispone de personal calificado, equipos técnicos de vanguardia y una red de laboratorios.Una de las prioridades de este organismo gubernamental, es la implementación de establecimientos “Tipo Inspección Federal” (TIF), que son instalaciones donde se sacrifican, procesan, envasan, empacan, refrigeran e industrializan bienes de origen animal, todo lo anterior bajo estricta regulación de la SAGARPA en coordinación con la Secretaría de Salud, gracias a lo cual, los productos son de óptima calidad higiénico–sanitaria y tienen reconocimiento internacional.
Otros de los programas en los que también trabaja el SENASICA, son las campañas de sanidad vegetal en contra de plagas de interés cuarentenario, como el caso de la mosca de la fruta, la mosca del Mediterráneo, la roya del cafeto y palomilla del nopal, por mencionar sólo algunos. El plan de trabajo de esta instancia, también considera la aplicación del Programa de Buen Uso y Manejo de Agroquímicos (BUMA), la operación de los Sistemas de Reducción de Riesgos de Contaminación, así como la capacitación de productores y la certificación de orgánicos.
Garantizar inocuidad agroalimentaria es de suma importancia no sólo en materia de salud, ya que también representa mayores ganancias económicas a quienes comercializan sus productos internacionalmente y tienen que adherirse a determinadas normas de sanidad, por lo cual, para este año se asignó a SENASICA un presupuesto sin precedentes de más de cinco mil 863 millones de pesos, con el fin de proteger el patrimonio agroalimentario del país logrando productos inocuos, sanos y de calidad.
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Categories: Agricultura en México
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