La planta de marihuana para muchos es considerada rústica, con una muy buena capacidad de adaptación y con una alta resistencias al ataque de plagas y enfermedades, aun así, hay algunos fitopatógenos que la dañan, llegando afectar seriamente su desarrollo y rendimiento.
Independientemente del lugar donde sea cultivada, ya sea al aire libre o dentro de un invernadero, en contenedor, directo en el suelo, con alguna de las variantes de la hidroponía u orgánicamente, el riesgo estará latente a la espera de que las condiciones ambientales permitan su aparición.
Ante todo esto y más si eres un agricultor primerizo, lo ideal es conocer los principales problemas sanitarios que pueden afectar a este cultivo, los daños generados desde su aparición o llegada y así como poder identificarla, manejarla y poder actuar oportunamente para controlar el problema.
Plagas:
– Pulgón.
Es un insecto pequeño, de 1 a 4 mm de largo, de cuerpo blando y en forma de pera, los puede haber de varios colores como verde, negro, rosado, amarillo, entre muchos otros.
La temperatura para que se encuentren activos debe de estar entre los 15 a 30 °C, considerando la óptima de 25 °C.
Se pueden encontrar en los tallos, en los nudos de las ramas, en la parte de atrás de las hojas y en las puntas donde están los brotes más nuevos.
Succionan la sabia, esto provoca un amarillamiento, enrollamiento hacia abajo y posterior marchitamiento de las hojas, debilitando a la planta llevándola a su muerte.
Además de lo anterior, es una plaga vector de enfermedades como bacterias, hongos, pero principalmente virus.
– Mosquita Blanca.
Son dos las principales especies de mosquita blanca que suelen atacar a la marihuana, Bemisia tabaci y Trialeurodes vaporariorum.
Las condiciones ambientales para su desarrollo van de los 20 a los 30 °C de temperatura, siendo la segunda la óptima y una humedad relativa de entre 75 y 80%.
Los adultos miden de 1.2 a 1.6 mm, son de color blanco con un aspecto harinoso y con 2 pares de alas.
De manera general se encuentran en el envés de las hojas.
El daño es ocasionado tanto por sus larvas como por los adultos, succionando la savia de la planta, dejando puntos blancos en la parte de arriba de la hoja, las cuales se tornan de color amarillo y llegando a provocar su caída.
Cuando su presencia es fuerte al igual que los pulgones, secretan una savia que permite el desarrollo de una enfermedad conocida como fumagina, esta plaga también puede transmitir virus.
– Arañita Roja.
La importancia de esta plaga se basa en su ciclo de vida corto de 9 a 14 días, su alta capacidad reproductiva, llegando a poner la hembra de 100 a 120 huevecillos, además de tener una enorme capacidad de generar resistencia a los plaguicidas.
Son una plaga muy pequeña, su tamaño es de 0.5 mm de largo por 0.3 mm de ancho, siendo el macho aún más diminuto que la hembra.
Con una temperatura en promedio de 32 °C más una humedad relativa baja, la plaga pasa de huevecillo a adulto en un periodo de 3 a 4 días, si es alta la humedad y si se suma a una temperatura superior a los 40 °C aumenta notablemente la mortalidad de la arañita roja.
Se encuentra en el envés de las hojas y al igual que todas las anteriores se alimentan de la savia de la planta.
Las hojas presentan una serie de puntos blanquecinos-amarillentos, que se distinguen por la parte de arriba de la hoja.
Cuando la infestación es muy fuerte, forman telarañas sobre los tallos y las hojas, las cuales terminan por secarse y desprenderse.
Manejo y control:
Se deben retirar todos los residuos de las plantas cultivadas anteriormente, así como las malezas.
Colocar trampas amarillas alrededor del cultivo, es una medida de control que, aparte de servir para controlar el problema en primera instancia, nos puede ayudar a detectar la llegada de los primeros individuos.
Fumigar de manera preventiva o curativa con jabón potásico, aceite de soja o bien con insecticidas orgánicos a base de extractos de canela, neem, ajo, chile y ricino.
En caso de cultivar dentro de un invernadero, revisa que las mallas y plásticos no se encuentren dañados, de ser así repara todos esos desperfectos.
Sembrar alguna planta acompañante como girasol para atraer insectos benéficos o albahaca y caléndula para ahuyentar a las plagas.
En el caso de la arañita roja, productos a base de azufre suelen tener una eficiencia muy elevada para su control.
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