Los chiles jalapeños son muy fáciles de cultivar, ya que se pueden desarrollar en distintas condiciones y en cualquier tipo de clima, siempre y cuando se cumplan los requerimientos que las plantas necesitan para crecer.
Esta variedad de chile se adapta muy bien a distintos métodos de producción, sin embargo se recomienda cultivarla a través de la hidroponía, porque brinda mayor rendimiento y el rango de pérdida es menor comparado con otros cultivos convencionales; además es una técnica muy segura y a largo plazo redituable.
Parar producir jalapeños en casa se recomienda hacer primero una siembra indirecta para tener mayor control sobre las plántulas, con el propósito de que éstas tengan un correcto desarrollo radicular y una adecuada aireación.
Los materiales que se necesitan para cultivar jalapeños en casa por hidroponía son: charola para germinación de 200 cavidades, semillas de jalapeño, sustrato (tezontle, fibra de coco o una mezcla de 50 por ciento tezontle y 50 por ciento polvillo de coco), contenedores y una regadera con agua.
El primer paso después de ubicar el lugar de trabajo y reunir los materiales, es colocar el sustrato en un recipiente y humedecerlo con un poco de agua, cuando esté listo, se deben rellenar las cavidades del semillero procurando que el sustrato no quede muy apretado con el fin de beneficiar el crecimiento de las raíces.
Posteriormente, se deben poner de una a dos semillas por cavidad para asegurar la germinación de las plántulas, cuando estén colocadas hay que acomodar la charola en un lugar donde no reciban luz directa del día o bien, colocar una hoja de periódico húmedo sobre el semillero para estimular el brote de las semillas y mantener una temperatura constante.
En los primeros 15 o 20 días comenzarán a brotar las primeras plántulas; en ese momento se recomienda cambiar las charolas a un lugar que reciba por lo menos ocho horas de luz solar al día y realizar los riegos una vez al día para mantener húmedo el sustrato.
El siguiente paso es realizar el trasplante, éste se hará una vez que las plántulas midan entre 10 y 20 centímetros de alto y su tallo tenga un grosorde entre 5 y 7 milímetros o cuando las plántulas tengan su segundo o tercer par de hojas verdaderas, lo cual es alrededor de los 30 o 50 días después de la siembra.
La cosecha se puede llevar a cabo después de los 60 o 70 días después del trasplante, es importante mencionar que los chiles deben tener buen tamaño, una consistencia firme y un color vivo para poder ser retirados de la planta.
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