Conocido por su nombre científico como Cucurbita ficifolia, el chilacayote o chilacayota es un tipo de calabaza que proviene de una planta enredadera y trepadora que, al igual que el pepino y el melón pertenece a la familia de las cucurbitáceas; éste es originario de Sudamérica lugar de donde se distribuyó a distintas partes del mundo, principalmente en aquellas que cuentan con climas cálidos o templados y que presentan bajos niveles de humedad.
El chilacayote es un fruto que se distingue de otros de la misma especie por su gran tamaño, ya que una vez que alcanza la madurez puede llegar a medir hasta 30 centímetros de largo; además éste se caracteriza por estar cubierto por una cáscara dura y lisa, la cual presenta una coloración verde brillante acompañada de manchas o trazos blancos con tintes ligeramente amarillos. En su interior se encuentra la pulpa una masa blanca que es fibrosa y muy jugosa, la cual envuelve las semillas que son pequeñas pepitas de color negro o blanco.
Otra de las cualidades del chilacayote es que se puede adaptar rápidamente a diferentes sitios que le aporten las condiciones adecuadas para su desarrollo, incluso se puede producir en sustrato a través de la hidroponía, una técnica que permite tener mayor control sobre sus requerimientos lo cual ayuda a maximizar sus rendimientos. Para cultivar chilacayote en casa sólo se necesita los siguiente: una cama de cultivo o un contenedor similar; semillas de chilacayote; sustratos con buen drenaje como peat moss; solución nutritiva para flores, una regadera con agua y una abatelenguas.
El primer paso es ubicar un sitio en el hogar que reciba por lo menos 8-10 horas de luz al día, pudiendo crecer bien en las sombra de los arboles, que cuente con protección y una toma cercana de agua. Una vez ubicado el lugar hay que preparar el sustrato, para esto hay que humedecerlo con un poco de agua y colocarlo dentro de la cama de cultivo o el contenedor, es importante que éste no quede demasiado compactado para que el sistema radicular se puede desarrollar sin ningún problema.
Luego de colocar el sustrato, con ayuda del abatelenguas se deben realizar de dos a cuatro perforaciones en el sustrato, esto va a depender del tamaño del contenedor, asimismo es importante que éstas tengan una profundidad de tres centímetros, ya que estén listas es momento de introducir de una a dos semillas por cavidad y cubrirlas con un poco más de sustrato. Durante el periodo de germinación y hasta la floración se recomienda mantener el sustrato hidratado para beneficiar el desarrollo radicular.
Después de los primeros siete o 10 días comenzarán a brotar las primeras plántulas, cuando éstas alcancen una altura de 10 centímetros o tengan un par de hojas verdaderas es momento de incluir la solución nutritiva en los riegos. La cosecha se puede llevar a cabo a los cuatro-seis meses después de la siembra dependiendo del nivel de madurez de los frutos.
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Categories: Conoce hidroponía
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