La alcachofa es una hortaliza que se originó en el Noreste de África, pertenece a la familia Compositae y es conocida por ser una planta perenne que puede alcanzar hasta los dos metros de altura. Este vegetal se caracteriza por contar con un tallo estriado, ramoso y alto que presenta flores azuladas y un receptáculo floral comestible, además tiene una coloración que va desde el verde claro hasta el verde oscuro.
Otra de las particularidades de la alcachofa es que puede tener una forma redondeada y presentar hojas muy similares a escamas gruesas, puede llegar a medir hasta 12 centímetros de diámetro; entre sus características se encuentra su peculiar sabor, el cual puede ser un poco amargo con un toque dulce, además es crujiente, jugosa y delicada al gusto.
El alcaucil como también es conocido se puede cultivar por distintas técnicas ya sea a campo abierto o bajo agricultura protegida, una alternativa para llevar a cabo su producción es la hidroponía, la cual es una técnica con la que se pueden cubrir los requerimientos que necesitan las plantas para crecer. Además con este método es posible tener un mayor control sobre los recursos y los nutrientes que son empleados.
Para cultivar alcachofa en casa por hidroponía sólo se necesitan los siguientes materiales: semillas de alcachofa, sustrato franco o franco arenoso como agrolita o vermiculita, contenedores con mínimo 30 centímetros de profundidad, una regadera con agua, un abatelenguas y solución estándar para hortalizas.
Antes de iniciar es importante situar un sitio en la casa que cuente con protección, éste puede ser una ventana o un lugar en el jardín, esto con el fin de que ni los cambios bruscos de temperatura ni los depredadores puedan perjudicar a las plantas. Una vez ubicada la zona y reunidos los materiales hay que comenzar con el cultivo; el primer paso es preparar el sustrato, para esto hay que colocarlo en un contenedor, humedecerlo y airearlo un poco para favorecer las germinación y el desarrollo de las plantas.
Cuando esté listo se debe repartir entre el número de contenedores que se van a utilizar (esto dependerá de cada productor), es importante no compactarlo demasiado para que sea más fácil de manipular. Posteriormente y con ayuda del abatelenguas, hay que realizar perforaciones en el sustrato con una profundidad del doble del tamaño de la semilla; es decir, si esta mide dos centímetros, la cavidad debe ser de cuatro centímetros. A continuación se deben introducir las semillas y cubrirlas con un poco más de sustrato; finalmente se colocan los contenedores en el lugar previamente elegido.
Después de los primeros siete días comenzarán a brotar las primeras plántulas, durante ese lapso se debe mantener el sustrato humedecido, por lo tanto los riegos se deben realizar una vez al día dependiendo de las características de la región. Cuando las plántulas hayan alcanzado una altura de entre cinco y 10 centímetros se debe añadir las solución nutritiva a los riegos, para aportarle los nutrientes que necesitan para crecer. La cosecha se puede llevar a cabo a los 150 días después de la siembra, se recomienda cortar las alcachofas maduras que conserven sus escamas juntas.
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Comments
Categories: Conoce hidroponía
GRACIAS POR SUS IDEAS, HE SEMBRADO EN MEDIA HECTÁREA, RÁBANOS, CALABASITA Y CEBOLLIN Y NO A ALNCANSADO RESULTADOS.
Hola Jose Luis, es necesario que me menciones que problemas haz tenido para poder ayudarte; asimismo recuerda que tienes que llevar a cabo las labores culturales adecuadas para cada tipo de cultivo. Para cualquier duda o comentario estoy para servirte. Que tengas buen día 🙂