MANTIS RELIGIOSA, UN DEPREDADOR BENÉFICO PARA LOS CULTIVOS

La mantis religiosa es un insecto carnívoro que pertenece al orden Mantodea y a la familia Mantidae; ésta puede alcanzar una altura de hasta 15 centímetros, además presenta una coloración que va desde el verde brillante hasta el marrón pasando por el rosa claro dependiendo de la especie. Su cabeza tiene forma triangular y se caracteriza por tener una rotación de 180 grados lo que le permite tener mayor control de su entorno, incluso tiene la capacidad de detectar movimientos a 18 metros de distancia a través de sus grandes ojos.

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Es importante señalar que el cuerpo de este insecto está diseñado especialmente para depredar y para cazar, ya que está divido en dos segmentos el primero es largo y se puede estirar, lo cual en conjunto con el segundo donde se localizan las patas le permite tener un mayor alcance para atrapar a sus presas; además cuenta con espinas en sus extremidades que funcionan como una trampa para capturar diferentes insectos sin importar su tamaño y localización.

Cabe mencionar que la mantis cuenta con una gran velocidad para capturar a sus presas, por lo tanto puede atrapar una cantidad importante de insectos como mosquitos y moscas, incluso desde sus primeras etapas de vida puede alimentarse de muchos insectos pequeños, los cuales le brindan todo lo necesario para su desarrollo. Por otro lado, gracias a sus características físicas se puede mimetizar con el ambiente, cualidad que le permite protegerse de depredadores como aves y murciélagos.

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Asimismo, debido a sus hábitos alimenticios la mantis puede funcionar como un regulador natural o como un controlador biológico de plagas en los cultivos, ya que su dieta incluye mosquitas, arañas, grillos, saltamontes, mariposas, polillas, hormigas y pulgones, entre otros; además no interviene con el desarrollo de las plantas. Por esta razón se recomienda implementarla con ciertos cuidados en la producción, ya sea a campo abierto o en cultivos bajo invernadero.

Para conservarlas dentro de la producción es vital brindarle las condiciones adecuadas, un ambiente adecuado y un clima agradable para que ésta se adapte y le sea más fácil llevar a cabo sus actividades. Antes de introducir una mantis se requiere colocar algunas ramas verdes o secas dependiendo de la variedad, piedras y un poco de arena; también es muy importante colocar sólo una mantis por cultivo, ya que éstas también son caníbales y territoriales lo que impide que varias puedan estar en el mismo entorno. Por último hay que mencionar que, una vez que hayan terminado con las plagas ésta se irá a un nuevo sitio donde puedan alimentarse y reproducirse.

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