GUÍA PARA CULTIVAR GERBERAS EN CASA POR HIDROPONÍA

La gerbera es una flor de corte originaria de África, la cual pertenece a la familia Asteraceae al igual que los crisantemos y los girasoles, su nombre científico es Trangott Gerber y se caracteriza por ser una planta herbácea que se desarrolla principalmente en sitios que tengan climas fríos; ésta crece en forma de roseta y presenta colores fuertes que van en tonalidades amarillas, rojas, rosas, blancas y naranjas, sólo por mencionar algunas.

Para poder cultivar este tipo de flor es necesario contar con suelos ligeros, sueltos y profundos, para que sus raíces se desarrollen libremente, por esta razón se recomienda iniciar su cultivo en sustrato a través de la hidroponía, ya que con esta técnica es posible regular todo lo que las plantas reciben y así potenciar su crecimiento. Para sus cultivo sólo se necesitan semillas de gerbera (la variedad va a depender del productor y de las condiciones del la región); solución nutritiva para flores; sustrato con buen drenaje como una mezcla de peat moss y fibra de coco; contenedores con 40 centímetros de profundidad y con drenaje; una charola para germinación, una pala para jardín y una regadera con agua.

cultivo de gerbera en casa

El primer paso es llenar la charola para germinación con sustrato previamente humedecido, a continuación con ayuda de un lápiz hay que hacer una pequeña perforación por cavidad e introducir de una dos semillas. Una vez que esté listo hay que llevar la charola a un sitio que no reciba luz y que tenga una temperatura constante ni mayor a 18 grados, es importante mantener al sustrato humedecido todo el tiempo para estimular la germinación. Después de dos o tres semanas comenzarán a brotar las primeras plántulas, en ese momento hay que llevarlas a un lugar que reciba luz y que cuente con protección, esto ayudará a que puedan crecer adecuadamente.

Una vez que las plántulas tengan un altura de 15 centímetros o que tengan dos pares de hojas verdaderas es momento de realizar el trasplante, para eso primero hay que humedecer el sustrato y repartirlo entre el número de contenedores disponibles, ya que esté listo con ayuda de la pala hay que hacer una perforación lo suficientemente grande para que entre el sistema radicular de las plantas sin problema. En esta etapa se recomienda incluir la solución nutritiva a los riegos para optimizar su crecimiento y evitar cualquier carencia.

cultivo de gerberas

Ya que se haya realizado el trasplante hay que llevar a los contenedores a un lugar que reciba por lo menos 10 horas de luz solar al día, es importante que este lugar tenga una protección para evitar que las altas temperaturas intervengan con el crecimiento de las flores, así como cualquier otro agente dañino. Es importante mantener al sustrato humedecido durante todo su crecimiento, por esta razón hay que realizar los riegos de una a dos veces al día dependiendo de las condiciones de la región.

Para su cuidado se recomienda realizar podas regulares para eliminar todas aquellas hojas que estén viejas, enfermas o a las que eviten que la luz solar llegue a toda la planta, de este modo es posible evitar deformaciones o enfermedades en las flores. Cabe señalar que las flores comienzan a brotar aproximadamente a los tres meses de haber realizado la siembra, lo cual va depender de la variedad y de las condiciones que tenga para crecer.

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