Ultima actualizacion 11 diciembre, 2014
Las ciudades o capitales verdes son aquellas que pretenden promover una estabilidad social y ecológica con hechos que permitan crear lugares sustentables. En éste aspecto Europa tiene una gran conciencia verde que se deriva en acciones comunitarias para cuidar y mejorar el medio ambiente a través de la participación de los ciudadanos y los gobiernos en países como: Estocolmo y Hamburgo.
La idea de crear capitales verdes surgió de la preocupación de generar nuevos recursos para la conservación del medio ambiente en la Unión Europea, éste concepto nació en una cumbre celebrada en Estonia en mayo de 2006, propuesta que emitió Jüri Ratas antiguo alcalde de la ciudad.
La intención de gestar una capital verde es hacer posible la convivencia entre las personas y el medio ambiente, esto para generar un equilibrio que permita crear una homogeneidad que haga posible la conservación del medio ambiente y la supervivencia del hombre.
A partir de éste concepto en 2008 se originó la idea de crear el premio llamado “Capital Verde Europeo” con el fin de promover y recompensar esfuerzos, estimular a las ciudades para adoptar nuevas medidas de protección y para fomentar el intercambio de ideas y nuevas prácticas entre las ciudades europeas.
Para otorgar el premio se consideran distintos criterios medioambientales, por ejemplo la calidad del aire, el uso del agua y el cuidado de la biodiversidad. Los países deben cumplir con las normas ambientales, además deben adoptar medidas de conservación para la mejora de los ecosistemas y con esto desarrollar un entorno sustentable; el cumplimiento de estas normas se tiene que ver reflejado en otras ciudades ya que el propósito primordial es que los candidatos se conviertan en un modelo a seguir.
Otro de los objetivos principales de impulsar las Capitales Verdes es crear conciencia en la población para reducir, reutilizar y reciclar productos. Alentar a la población al libre uso de coches mediante la inversión en infraestructuras que permitan un tránsito peatonal y en bicicleta, así como un transporte público eficiente, viable y ecológico. Ofrecer la posibilidad de que los ciudadanos puedan producir su propia energía, así como desarrollar sistemas que permitan transformar los residuos en energía.
El premio está abierto a 27 estados miembros de la Unión Europea entre los que se encuentran Turquía, Croacia, Yugoslavia, Islandia y Noruega, los cuales deben cumplir con 11 criterios ambientales, incluida la lucha contra el cambio climático a nivel mundial, la gestión de residuos, el cuidado de la naturaleza y la biodiversidad, el transporte, la atmósfera y el uso del agua.
En conclusión con el fin de hacer frente a los grandes desafíos ecológicos de la humanidad se estableció la clasificación de los países más ecológicos del planeta, que están a la vez preocupados por su medio ambiente y por el bienestar de su población. Aprovechar las viviendas disponibles, de forma que se reduzca el consumo de suelo, infraestructuras y otros recursos.
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