El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), organismo responsable del monitoreo climático en México, pronostica que enero será un mes muy frío, posiblemente uno de los más fríos de la última década. Estas condiciones extremas estarán influenciadas por un vórtice polar, lo que provocará una caída de las temperaturas más intensa de lo habitual en varias regiones del país.
A todo esto, ¿Qué es un vórtice polar? Es un fenómeno meteorológico que se forma en las regiones polares de la Tierra. Este ocurre debido a la presencia de una gran masa de aire extremadamente frío combinada con bajas presiones atmosféricas.
Aunque generalmente permanece en las regiones polares, puede desplazarse hacia latitudes más bajas debido a la inestabilidad en las corrientes de aire, afectando climas más templados, como en el caso de nuestro país.
Efectos en la agricultura.
Un vórtice polar puede tener un impacto importante en la agricultura de México debido a la llegada de masas de aire frío extremo, especialmente en regiones vulnerables como el norte y centro del país.
A continuación, te presentamos algunos de los efectos que puede tener en la agricultura:
1.- Daño por heladas:
Las bajas temperaturas asociadas con el vórtice polar pueden causar heladas que afecten los cultivos sensibles. Esto puede dejar pérdidas importantes en la cosecha.
2.- Reducción en la calidad:
Las heladas y el estrés producido por el frío pueden dañar de forma general a las plantas, reduciendo la calidad de la cosecha.
3.- Interrupciones en el crecimiento:
El frío extremo frena o puede llegar a detener el crecimiento de las plantas, lo que puede retrasar la cosecha y afectar el ciclo productivo.
4.- Mayor consumo de agua y energía:
Como medidas de protección, los agricultores recurren a riegos adicionales o sistemas de calefacción, lo que incrementa los costos de producción.
¿Cómo es el daño generado a las plantas por las bajas temperaturas?
El daño por frío en los cultivos se clasifica en dos tipos principales: directo e indirecto. En ambos casos, se forman cristales de hielo, pero con diferencias muy marcadas:
– El daño directo se presenta cuando los cristales de hielo se forman dentro de las células, lo que puede romper las membranas celulares y causar la muerte del tejido.
– El daño indirecto ocurre cuando el hielo se forma en los espacios entre las células, provocando la deshidratación de las mismas al extraer agua de su interior, lo que eventualmente afecta su funcionamiento.
Los daños causados por el frío pueden ser localizados, afectando solo algunas partes de la planta, o severos, dañando completamente toda la estructura. En cualquiera de los casos, esto puede provocar una disminución tanto en el rendimiento como en la calidad de la cosecha.
Medidas de mitigación contra el frío.
Los métodos para proteger cultivos frente a las heladas se dividen en dos categorías: pasivos y activos.
Los sistemas de protección pasiva comprenden todas las prácticas implementadas antes de la siembra. Por otro lado, los métodos activos son las medidas aplicadas durante el momento en que se está presentando helada.
Te presentamos algunos ejemplos de métodos de control pasivo y activo diseñados para contrarrestar los efectos de las heladas y proteger tus cultivos de las bajas temperaturas:
Métodos activos:
Estos equipos permiten controlar y regular la temperatura dentro de un invernadero, resultando útiles en regiones con inviernos intensos. Su uso garantiza la producción durante todo el año, especialmente en respuesta a la alta demanda de ciertas hortalizas, lo que asegura un éxito comercial.
Están disponibles en versiones que funcionan con gas butano, gas LP o diésel, ofreciendo alta eficiencia y excelente rendimiento para optimizar las condiciones climáticas de los cultivos.
2. Riego por aspersión, microaspersión y nebulización.
Son técnicas de riego altamente eficientes y de bajo consumo energético en comparación con otras formas de protección contra las heladas. Consiste en aplicar agua en pequeñas gotas que al congelarse liberan calor, lo cual ayuda a mantener los tejidos de la planta protegidos al evitar que la temperatura descienda por debajo de los cero grados.
Métodos pasivos:
1. Cultivar variedades resistentes al frío.
Seleccionar variedades o cultivos resistentes al frío es una estrategia clave para sembrar en zonas con bajas temperaturas, especialmente durante los ciclos de otoño e invierno. Este paso es esencial dentro de la planificación agrícola, ya que asegura una mejor adaptación de las plantas al entorno, lo que a su vez permite optimizar el rendimiento, reducir pérdidas y garantizar la cosecha en condiciones adversas.
2. Cultivo en invernadero y uso de plásticos.
Los plásticos utilizados para cubrir invernaderos, túneles y microtúneles permiten el paso de la luz solar y favorecen la acumulación de calor durante el día. Este calor almacenado se libera lentamente durante la noche, protegiendo al cultivo de las bajas temperaturas y manteniendo un ambiente más cálido y estable para las plantas.
Este tipo de malla es similar al plástico utilizado en invernaderos y brinda protección contra las bajas temperaturas. Aunque puede instalarse sobre estructuras como microtúneles, su principal ventaja es que también puede colocarse directamente sobre los cultivos de manera flotante o envolviendo plantas como árboles y arbustos.
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