Ultima actualizacion 22 diciembre, 2016
Más que sólo una actividad económica, la agricultura es considerada patrimonio, identidad cultural e incluso una forma de vida, ya que en gran parte, de ella depende la alimentación y nutrición de la población mundial.
En México, el sector agropecuario es relativamente pequeño, para 2013 el PIB del sector primario fue apenas del tres por ciento, sin embargo, según cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la agricultura concentra a cinco punto seis millones de personas empleadas en el país, siendo uno de los tres sectores que reúne a más gente.
A pesar de la importancia económica y alimenticia de este sector, es en el medio rural donde más se concentran problemas tan graves como la pobreza y la desnutrición, ante lo cual la FAO, sostiene que la mujer es la pieza clave para resolver dichos problemas, ya que al recaer en ella la responsabilidad de la alimentación en el hogar, se ha demostrado que cuando las mujeres tienen mayor acceso a servicios y recursos, se incrementa de manera proporcional el bienestar de toda la familia.
En nuestro país existen alrededor de doce millones de mujeres rurales que trabajan en horarios de doce horas o más al día, para contribuir en la alimentación y subsistencia de su familia y representan el cuarenta por ciento de la oferta agrícola en el mercado interno. Sin embargo, existe una enorme brecha de desigualdad que limita a las mujeres por su género y por su condición rural, debido a antiguas idiosincrasias que las concebían como débiles e inferiores a los hombres.
Con el fin de reconocer la función y contribución de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en actividades tan importantes como: la promoción del desarrollo agrícola y rural, el mejoramiento de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural, desde 2008 se celebra el Día Internacional de la Mujer Rural por iniciativa de la ONU.
Al conmemorar internacionalmente el quince de Octubre de cada año, se busca que autoridades, empresas y sociedad civil trabajen conjuntamente para empoderar a este colectivo en situación de vulnerabilidad, creando estrategias que contribuyan a la eliminación de los grandes problemas a los que se enfrenta la mujer rural, tales como: la insuficiente asistencia médica, la escasa educación y su limitado acceso a créditos, por mencionar sólo algunos.
Esto es fundamental para el bienestar de familias y comunidades rurales, y también para la productividad económica global, considerando que gran parte de la mano de obra agrícola, está integrada por mujeres rurales, por lo que son en la base para lograr también, cambios ambientales y sociales necesarios para un correcto desarrollo sostenible.
Para lograr el empoderamiento de las mujeres rurales mexicanas, debemos generar conciencia y hacer cambios profundos, desde nuestra propia forma de verlas, para reconocerlas como ciudadanas capaces de ejercer sus derechos y de tener las mismas oportunidades de crecimiento personal y profesional, que les permita participar activamente en el desarrollo del país.
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Comments
Categories: Agricultura en México
Excelente nota como nos tienen acostumbrados!!
We are a collection of volunteers and starting a new project in a community in
Esto es realmente un acto muy bello por parte de la ONU y México el valorar el trabajo de la mujer indígena !!! Bravo por eso 🙂
Me gustaría poder ayudar para contribuir en valorar su trabajo de esas mujeres y que de alguna manera disfruten su vida, vivan bien ( en buenas condiciones ) y de esta manera disfruten lo que hacen y lo hagan con gusto!!