Ultima actualizacion 11 diciembre, 2014

Uno de los ingredientes básicos en la alimentación mexicana por excelencia es el chile, ya que en ningún platillo puede faltar. Su consumo es una práctica generalizada en todo el territorio nacional desde Tijuana hasta Chiapas. En cada región del país existen diversas variedades, por ejemplo, el jalapeño está relacionado con Veracruz y el habanero se asocia con Yucatán.

La palabra chile viene del náhuatl chilli y se aplica a distintas variedades y formas de la planta herbácea o sub-arbustiva Capsicum. Ésta especie se cultiva principalmente en México, entre los tipos de chile que destacan se encuentran: ancho, serrano, jalapeño, morrón, pasilla y mulato.

Contrario a lo que se piensa el chile es anti-irritante. Se trata de un producto de la familia de las solanáceas, donde también podemos encontrar a la papa y el jitomate. Además contiene capsaicina, sustancia utilizada en la medicina como agente inhibidor de dolor. El picor de los chiles depende de la cantidad de capsaicina que contengan, es decir entre menos pique menos sustancia capsaicina contiene.

El ingeniero Raúl Colmenero, catedrático de la Universidad del Claustro de Sor Juana, estudió el efecto anti-microbiano del chile. Utilizó tres especies: el serrano, el pimiento verde y el habanero. Como resultado obtuvo que el pimiento verde es el que posee mayores facultades anti-microbianas, por lo cual éste efecto no depende de la capsaicina, pues se trata del que menos pica. El chile está relacionado con la quema de grasa, sobre todo abdominal, algunos suplementos para perder peso y estimular la quema calórica contienen capsaicina.

El chile, así como muchas otras plantas de ornato comestibles (hortalizas) se puede cultivar por hidroponía; siendo la técnica de cultivo en sustrato la más adecuada. Ésta forma de cultivar chiles es un procedimiento muy sencillo, se colocan las semillas en el sustrato es decir; en un medio sólido que dé soporte y protección a la planta donde las raíces se puedan sujetar; por ejemplo perlita, después se “alimenta” con una solución nutritiva compuesta por elementos esenciales disueltos en agua para humedecer la base, ésta sirve para que las plantas se desarrollen en un promedio de 15 a 21 días. Con este método de cultivo se tiene la ventaja de producir una mayor cantidad de chiles y también la de proteger la plantas de plagas y enfermedades.

Como producto de la canasta básica e ingrediente primordial en la comida mexicana desde tiempos remotos el chile es famoso por sus propiedades nutritivas y medicinales; en la actualidad se considera para el desarrollo de tratamientos contra el cáncer gracias a la capsaicina que tiene la capacidad de eliminar células cancerígenas sin dañar a las células sanas de acuerdo con un estudio realizado en la Universidad de Nottingham en Reino Unido.

Su sabor varía mucho ya que va desde lo más picante hasta lo más dulce, en sus distintas variedades como: el chile serrano, pimiento, habanero, entre otros. Sus etapas de maduración son: verde, maduro y seco y se puede comer crudo o guisado. En conclusión el chile representa a los mexicanos como símbolo patrio si de comida se habla.

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Categories: Salud y ecología

Tags: alimentación, capsaicina, chile, cultivos, identidad, México