La agricultura es una parte fundamental del sector económico primario ya que miles de personas se sustentan de esta actividad, por esta razón desde hace algunos años ha cobrado gran importancia la prevención de plagas y enfermedades que puedan poner en riesgo la producción agrícola. Estos agentes son considerados como un factor importante que puede determinar que los cultivos tengan éxito o no, ya que debido a sus características tienen la capacidad de generar grandes pérdidas tanto económicas como físicas.
En general distintos organismos patógenos constituyen un problema para la agricultura, la salud del hombre y la producción animal, por esta razón es muy importante realizar las labores culturales adecuadas para cada tipo de cultivo, esto con el fin de asegurar una producción de calidad y con mayor rendimiento. Dentro de estas actividades se encuentra el riego, la poda, el tutorado, el aporque y el raleo.
Asimismo, para evitar la aparición de estos agentes fitosanitarios se recomienda realizar rotaciones de cultivo, es decir promover la biodiversidad sembrando distintas especies vegetales, de esta forma se puede controlar la persistencia o la proliferación de las plagas, además ayuda a romper con el ciclo biológico de la plaga y a beneficiar a la producción; con esto es posible favorecer la presencia de enemigos naturales como: insectos, aves, plantas, anfibios, hongos, bacterias y virus.
Otra forma de evitar la aparición de plagas es con la asociación de cultivos, con lo cual se recomienda llevar a cabo la siembra de diferentes plantas que se beneficien entre si, esto ayuda a mejorar el rendimiento de la producción, el aprovechamiento de los nutrientes, los factores del clima y los recursos como el agua y la luz; inclusive, esta actividad permite reducir la incidencia de organismos dañinos y por el contrario, favorece la salud de las plantas.
Un factor que hay que tomar en cuenta es la aparición de frutos y plantas enfermas, debido a que pueden provocar la generación de plagas y la contaminación de las flores y frutos sanos, por lo tanto se recomienda eliminarlos por completo para evitar la propagación de estos elementos y la pérdida de la cosecha. Asimismo, es importante adquirir especies vegetales autóctonas que tengan la capacidad de adaptarse a las características de la región, es decir que resistan a los cambios de clima, que sean de temporada y que no necesiten de muchos cuidados.
Por último cabe destacar que para asegurar una buena producción es de gran relevancia mejorar la estructura de las plantas a través de la incorporación de nutrientes y abonos que ayuden a favorecer su salud; esto ayuda a evitar los efectos negativos causados por las plagas, ya que una planta sana y bien nutrida es capaz de resistir mejor a estos organismos patógenos. Entre las principales plagas se encuentran: arañas, moscas de la fruta, pulgones, hormigas, polillas, caracoles, orugas, entre otros.
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Categories: Salud y ecología
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